El RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) es una normativa europea que regula cómo deben tratarse los datos personales de las personas físicas. Su objetivo principal es proteger la privacidad de los usuarios y evitar que las empresas hagan un uso indebido o abusivo de su información.
En el contexto de una página web, el RGPD obliga a informar de forma clara sobre varios aspectos clave relacionados con el tratamiento de los datos personales. Entre ellos se incluye:
- La identificación del responsable del tratamiento, es decir, los datos de la empresa o entidad que gestiona la web (nombre, CIF, dirección, etc.).
- El objeto y la base legal del tratamiento, que debe explicar en qué se basa la recogida de datos (por ejemplo, el consentimiento del usuario).
- La finalidad del tratamiento, es decir, cuándo se recogen los datos y para qué se van a utilizar (como formularios de contacto, suscripciones, etc.).
- La seguridad, indicando qué medidas se toman para proteger los datos personales almacenados.
- La posible comunicación de datos a terceros, como empresas de mailing, servicios en la nube (por ejemplo, Google Drive), o herramientas externas.
- La calidad de los datos personales, lo que implica garantizar que los datos recogidos sean adecuados, pertinentes y no excesivos.
- La explicación clara de los derechos de los usuarios, como el derecho de acceso, rectificación, cancelación, oposición, portabilidad y limitación del tratamiento.
Este aviso suele presentarse en la política de privacidad de la web, y debe redactarse de forma comprensible para cualquier usuario. Así, se garantiza un uso transparente, responsable y seguro de la información personal.